Actuadores de domótica: ¿qué son?
Un sistema domótico tiene la capacidad de obtener información que proviene de sensores, procesarla y emitir órdenes a los actuadores de domótica o salidas. Contando solo con conexión a internet para que toda la red tenga cobertura wifi, podemos contar con una red interconectada que convierta el hogar en una casa inteligente.
Cuando hablamos de domótica pensamos en dispositivos que están conectados entre sí, envían información y la comparten con el resto del sistema para generar una reacción en función de un usuario concreto. Es en esta comunicación donde radica el corazón de la domótica, su componente diferenciador. Habitualmente, esta se establece a través de una aplicación móvil o mediante el uso de un altavoz inteligente, tan de moda en estos días.
¿Cómo funcionan los actuadores de domótica?
Los datos que se obtienen son almacenados, a través del uso de una dirección IP, en la nube o en un servidor particular de la compañía y las terminales que reciben las órdenes son electrodomésticos o artefactos hogareños como lo pueden ser los dispositivos de iluminación, la ventilación, persianas, toldos o equipos de climatización.
Un actuador de domótica o actuador domótico es el dispositivo que realiza la acción que se solicita desde el controlador sobre un elemento específico de la vivienda (como puede ser abrir una puerta, encender una luz, bajar la temperatura, etc.). Por ejemplo, un sensor de temperatura que tengamos colocado en el dormitorio puede hacer que se active el interruptor (actuador) de la calefacción. Comúnmente, este tipo de dispositivos se hallan distribuidos por toda la casa y, en muchos casos, el sensor y el actuador están integrados en el mismo dispositivo.
Para entender en profundidad cómo funcionan estos mecanismos debemos comenzar por conocer las distintas partes de un sistema domótico.
¿Cuáles son las partes de un sistema domótico?
En este apartado, intentaremos simplificar las partes de un sistema domótico de tal modo que, si estás pensando en incorporar esta tecnología a tu vivienda o edificio, puedas ver lo sencillo que es incorporarlo y lo fácil que es entenderlo.
Muchas veces creemos que detrás de esta idea de “vivienda inteligente” es necesario que exista alguien en la casa que sea experto en tecnología. Esto no es cierto, más bien todo lo contrario. El concepto de la domótica se basa en que sea accesible para el usuario. Hoy en día, con todos los avances tecnológicos que existen, comenzar a utilizar la domótica es apto para todo público. ¡Hasta los niños pueden operar sistemas domóticos!
El sistema domótico
En general, una casa inteligente o dotada de un sistema domótico cuenta con ciertos sistemas inteligentes y autónomos compuestos por tres elementos:
- Sensores: Son los encargados de registrar y monitorear el entorno. Pueden detectar variables climáticas como humedad, temperatura, luz natural, en un punto concreto y hasta localizar movimiento en áreas específicas. Estos sensores, que envían información al centro de control, suelen contar con baterías o sistemas de alimentación que los dotan de autonomía. Muchas veces, incluso, son alimentados por luz solar u otros recursos disponibles en el entorno, lo que disminuye notablemente su mantenimiento.
- Controladores domóticos: Un controlador domótico es una de las unidades en las que se procesa y almacena la información que recogen los sensores. Son los dispositivos que se encargan de gestionar todo el sistema domótico. Están pensados para procesar la información y emitir órdenes a la tercera parte del sistema, los actuadores. Un controlador domótico es el lugar donde se realiza la entera configuración del sistema y desde donde se establecen y parametrizan las principales variables de la vivienda.
- Actuadores domótica: Se trata de la parte del sistema que se encarga de ejecutar las órdenes que recibe desde el controlador domótico. Un controlador puede tener la forma de una válvula y controlar o cortar el suministro de agua o gas, puede ser un modificador de temperatura en el aire acondicionado o una válvula que forme parte del sistema de riego.
Beneficios de los sistemas domóticos
La domótica se trata de la automatización mediante sistemas tecnológicos orientados al control de distintos elementos y electrodomésticos. Es por eso que posee muchísimos beneficios que se pueden aplicar a diferentes proyectos inmobiliarios, de acuerdo a la necesidad de cada cliente:
- Seguridad: Automatizar una vivienda permite estar permanentemente conectado a ella. Por lo que los elementos del sistema pueden ser controlados fácilmente y de modo remoto. Los usuarios pueden saber qué es lo que sucede en todo momento y no solo nos referimos al ingreso de intrusos al hogar, también podrás detectar una escape de agua o de gas y prevenir de este modo muchos incidentes.
- Confort: Al facilitar la vida cotidiana de los usuarios, la domótica logra que las actividades diarias se tornen más simples. Si entendemos como confort a todo aquello que brinda comodidad y genera bienestar en el usuario, no es difícil darnos cuenta de que este puede estar generado tanto por algún objeto físico como por las circunstancias ambientales. Contar con la temperatura, la iluminación adecuada, poder disponer de silencio cuando lo necesitamos y sentirnos seguros, todo forma parte del confort. En un sistema domótico el confort puede controlarse desde un único dispositivo y el sistema puede ser tan complejo o sencillo como cada proyecto lo requiera, incluso puede adaptarse a las necesidades cambiantes de la casa.
- Ahorro: Tanto en tiempos como en costes, los sistemas domóticos son facilitadores de ahorro en todo sentido. Al suponer mayor eficiencia, logran ahorrar en energía, esfuerzo, tiempo y dinero al poder controlar el sistema sin que la presencialidad sea necesaria.
Domótica en tu hogar
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