Para muchos, renovar una vivienda que tiene sus años se trata del medio para obtener la vivienda con la que siempre han soñado. Ante este importante proyecto, resulta fundamental conocer cuáles son los permisos para reformar una casa antigua que serán necesarios para empezar la obra con el pie derecho. Sigue leyendo para saber todos los detalles sobre este asunto, para que nada de lo burocrático te sorprenda a la hora de dar este importante paso.
En lugar de permitir que las casas antiguas se abandonen hasta destruirse, realizar las reformas necesarias para que estas viviendas se conviertan en una vivienda donde disfrutar es una manera de volver a poner en valor estas construcciones, permitirles una nueva vida y conseguir ese hogar con el que siempre hemos fantaseado por una fracción del precio de una casa nueva.
Cuando llega el momento de iniciar el proyecto de reforma, es más que importante estar al tanto de cuáles son las regulaciones que aplican a esta actividad en particular. No solo se trata de cumplir con la ley: una normativa incumplida puede terminar en días de retraso en la obra y, por ende, en dinero perdido. A veces, este tipo de gestiones se subestiman, lo que termina significando un dominó de retrasos y contratiempos. Debes tenerlo siempre en cuenta: en una reforma cada rubro y cada proceso está cronometrado y no podrán trabajar los pintores hasta que tengas la certeza de que se pueden iniciar procesos como picar las paredes. Toma nota de todos los puntos que tendrás que considerar para estar al día con los permisos para reformar una casa antigua.
Contar con equipo profesional
Una reforma en una casa antigua no es únicamente un proceso que involucra muchos equipos de trabajo, también es un proceso en el que debemos ser especialmente cuidadosos para no pasar nada por alto. Este tipo de proyectos comienza con la evaluación del estado de la propiedad, algo que debe ser realizado por un profesional experimentado, ya que es la mejor manera de evitar sorpresas y de mantenerse en el presupuesto.
Contratar a un arquitecto para que haga una inspección antes de comenzar con el proyecto es una buena idea, pero mejor todavía es trabajar con una empresa experta en reformas que garantice un acompañamiento durante todo el trabajo y que se haga cargo del proceso completo. Una reforma integral necesita de mucha comunicación entre los distintos equipos que la integran. Ya sea que la casa esté en ruinas o cerca de estarlo, o si lo que se busca es cambiar la distribución para conseguir mejores espacios, si cuentas con un equipo que trabaje en conjunto desde el comienzo, tendrás muchos menos dolores de cabeza.
Una empresa especializada conocerá cada detalle del proceso, desde que hacer antes de comenzar, sabiendo qué mirar en cada aspecto para evaluar el estado de la propiedad hasta qué acabados elegir para que el resultado sea estéticamente como siempre lo soñamos.
Cuando se trata de gestionar los permisos por obra, contar con el asesoramiento de un equipo especializado es clave. Al hacerlo puedes quedarte tranquilo con que ellos están al tanto de todas las normativas que aplican a tu proyecto de reforma y se encargarán de gestionar todos los permisos para que el plan se realice en tiempo y forma.
Permisos de obra: ¿qué son?
Las licencias o permisos de obra son aquellos trámites que son necesarios realizar cuando es tiempo de hacer una reforma de cualquier tipo en una casa. Cada tipo de reforma tendrá requerimientos particulares, ya que las competencias en este aspecto son municipales y dependerá de cada ayuntamiento qué se debe presentar.
Cada administración local tendrá la potestad de establecer los términos en los que los permisos serán requeridos, las condiciones bajo las que se los concederá y las tasas, si las hubiera, a abonar en cada caso específico. Como hemos dicho anteriormente, frente a estos aspectos, contar con asesoría profesional experimentada también te ayudará enormemente para tramitar todos los permisos antes de emprender la obra.
¿Obra mayor o menor?
Para establecer qué permisos debemos presentar, tenemos que empezar por distinguir nuestra reforma entre estos dos grandes tipos de licencias:
- Licencia de obra menor: Aquí lo que se evalúa es la sencillez técnica o el espacio reducido. Son este tipo de características las que dictaminarán los permisos para hacer reformas que requerirán licencia de obra menor. Estas se aplican a pequeñas reparaciones, a instalaciones de cerramientos o adaptación para personas con movilidad reducida. Cuando hablamos de una reforma en una casa antigua solemos necesitar más trabajo y, por lo general, no será una licencia de obra menor lo que necesitaremos.
- Licencia de obra mayor: En los casos en los que la reforma implique que se modifique la estructura de la vivienda o que su superficie o distribución sea alterada, entonces se trata de una licencia de obra mayor. Los permisos para reformar una casa antigua normalmente entran dentro de esta categoría. Aquí también tramitaremos el documento en el ayuntamiento, pero los requerimientos serán otros, así como sus tasas y condiciones.
En resumen, cualquier obra que suponga que la transformación de la vivienda sea considerable y que necesite de profesionales colegiados necesitará una licencia de obra mayor. El presupuesto también puede servir como indicador: en los proyectos en los que el presupuesto sea mayor a los 20.000€, entonces serán de obra mayor.
Para ambos permisos, deberás contar con un proyecto para tu reforma que deberá llevar la firma de un arquitecto o un arquitecto técnico y deberá también ser sellado por el colegio profesional. Los distintos ayuntamientos establecen distintos criterios por lo que siempre es de gran importancia centrarse en las regulaciones de la zona en donde la reforma de una casa antigua tendrá lugar.
Comunicarse con la administración
Entre los permisos requeridos para hacer una reforma, se incluye la necesidad de comunicar la realización de la obra previamente a la administración competente. Aunque este aspecto esté más abierto a la interpretación que los permisos municipales, es de vital importancia avisar para evitar cualquier tipo de problemas que puedan surgir.
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