La sostenibilidad está pasando de convertirse en una tendencia a formar parte de la forma de pensar a la hora de construir un edificio o reformar un espacio. En muchas ocasiones la idea de buscar una nueva forma de diseñar mucho más ‘amiga’ del planeta, aparece sin buscarla. Cada vez somos más conscientes de que, como diseñadores de interiores, tenemos una responsabilidad. Así es como surge el diseño de interiores sostenible.
Ya no solamente vale con satisfacer las necesidades estéticas y funcionales de la futura vivienda que habitarán los clientes o futuros compradores. Ahora también se debe garantizar un menor impacto ambiental, asegurar el reciclaje, adaptar la construcción al entorno, etc. El diseño de interiores sostenible supone una nueva configuración de todo el proceso de creación, teniendo siempre en el punto de mira un producto final que respete la naturaleza y ayude a crear un planeta más sano para las futuras generaciones.
Si quieres saber cuáles son las claves de esta nueva aproximación al interiorismo, sigue leyendo, porque vamos a contarte todos los secretos.
¿En qué consiste el diseño de interiores sostenible?
Aunque la idea de un diseño de interiores sostenible lleva tiempo pululando por el mundillo del interiorismo, 2022 y 2023 han sido sus años de mayor florecimiento. La sostenibilidad ha sido durante estos años tendencia decorativa, pero poco a poco ha ido derivando en una necesidad creada por la actual crisis climática. Como diseñadores, debemos responsabilizarnos de nuestras creaciones y adecuarlas al pensamiento actual, muy centrado en la búsqueda de un movimiento en el que el planeta es también un cliente del proyecto.
El diseño de interiores sostenible, demandado tanto por el cliente como por los propios estudios, busca un cambio de perspectiva a la hora de diseñar espacios. Se siguen cubriendo las demandas que se requieren de ellos, pero teniendo en cuenta el impacto ambiental que va a causar y buscando minimizarlo tanto como se pueda. Las claves de un diseño así residen en la sostenibilidad y el minimalismo.
A diferencia de la corriente predominante que venía marcando esta última década, en la que se tenía que tener de todo en casa y llenarla de objetos, la sostenibilidad viene acompañada de una mentalidad un poco más relajada. El objetivo es reducir las compras y los objetos que se tienen; vale más tener 1 de calidad y que aguante en el tiempo que tener que estar sustituyendo constantemente el producto porque no dura.
Se tienen en cuenta muchos factores a la hora de diseñar de manera sostenible (que explicaremos a continuación), pero los fundamentales son el uso de materiales y la reducción de materia prima. La sostenibilidad no es rígida, sino que se puede adaptar de muchas formas y dependiendo de la envergadura del proyecto. Habrá ocasiones en las que no se pueda aplicar cierto elemento sostenible pero sí otro, ¡o ambos! Ahí está el trabajo del diseñador/a de interiores. De momento, comencemos por explicar las claves.
¿Cómo hacer un diseño de interiores sostenible?
Este tipo de diseños se caracterizan por buscar una alternativa respetuosa, medioambientalmente hablando, a un interiorismo más tradicional. Se intentan adaptar al estilo de vida actual integrándose al mismo tiempo con la naturaleza e intentándola perjudicar lo mínimo posible. De esta forma no solo se crean espacios saludables para el planeta, sino que también nos beneficia a los seres humanos, que estamos más en contacto con una vida más real.
Por ello, te presentamos las claves de un diseño de interiores sostenible. Somos conscientes de que algunas de ellas necesitan implementarse en una vivienda al construirse, pero algunas se pueden aplicar en un espacio ya creado. Si quieres hacer tu casa un poco más eco-friendly, apunta:
Eficiencia energética
Es uno de los puntos clave a la hora de convertir nuestra vivienda en un espacio más sostenible. El consumo de energía es uno de los factores que más contaminan y de las principales causas del cambio climático. Piensa que, cuando pones la calefacción de forma desmedida o se te olvida apagar la luz estás contaminando. Aunque estos pequeños gestos también deben cambiarse, es fácil reducir su consumo colocando colores más claros en las estancias (sobre todo en las paredes) y añadiendo alguna superficie reflectante que amplíe visualmente el espacio y reparta la luz. De esta forma no es necesario tener tantas luces encendidas.
Si vives en una casa con poca luz natural y necesitas tener mucho tiempo encendida la luz, existe una alternativa mucho más sostenible a las bombillas tradicionales: las LED, los halógenos y las bombillas fluorescentes compactas. Estas 3 categorías de iluminación ahorran energía porque son de bajo consumo y duran mucho más.
También es importante tener en cuenta la tela de las cortinas y alfombras. Las primeras dejarán pasar más o menos luz y te obligarán a encender o no más luces; las segundas pueden funcionar como aislantes térmicos, reteniendo el calor de una habitación durante más tiempo. Si te gustan mucho las alfombras, puedes tener una de verano y una de invierno para cambiarlas cuando sea conveniente.
Otro de los grandes avances en eficiencia energética viene dado por la tecnología: la domótica. Esta aplicación en el hogar permite apagar y encender objetos desde un móvil, ahorrando energía y gestionándola solamente cuando es necesario.
Usa bien el espacio
Contar con un espacio más pequeño ayuda a ahorrar en materia prima a la hora de construirse y seguir contando con todas las comodidades de lugar más grande. Y no solamente eso: una vivienda más pequeña consume menos recursos en general, por lo que la sostenibilidad aumenta.
Responsabilidad social y ambiental
Los materiales calificados como sostenibles que se utilizan en proyectos de este tipo, además de tener un bajo impacto ambiental, suelen estar producidos con responsabilidad social, otro valor que se tiene cada vez más en cuenta. Para conseguirlos se recurre a empresas que puedan garantizar un proceso de fabricación seguro y prácticas empresariales socialmente justas. Lo mejor es hablar con empresas cercanas, promoviendo el popular ‘kilómetro 0’ que, aunque hace referencia sobre todo a alimentos, también sirve para otros sectores, como el de la construcción.
Igual de importante es analizar el impacto medioambiental de un producto durante su ciclo de vida (extracción, producción, transporte, transformación y deshecho). Hoy en día existen muchos materiales sostenibles y orgánicos a disposición de los diseñadores, que comentaremos más adelante. Además de estos, también podemos conseguir productos sin pesticidas y orgánicos, buscando siempre utilizar solamente o todo lo que se pueda materiales no contaminantes y no tóxicos.
Reducción de residuos
Cuando se diseña un espacio sostenible, una de las prioridades debe ser una adecuada reducción de residuos. Ya no nos vale la mentalidad de que si tenemos decoración pasada de moda debemos tirarla y comprar nueva. El planeta no tiene recursos infinitos, por lo que los objetos se tienen que reutilizar y/o reciclar para crear un interior más sostenible. De ahí el aumento de la compra de muebles vintage y el auge de los mercados de segunda mano y de antigüedades.
Un diseño sostenible que dure
Un espacio sostenible está pensado para que dure. Los materiales que se emplean son de buena calidad y suelen tener más de un uso, como por ejemplo los muebles móviles, que pueden reutilizarse para adaptarse a una estética moderna. El auge del minimalismo y las líneas simples y neutras se debe en gran parte a este hecho: si tenemos muebles más o menos estándar, siempre estarán de moda y no los tendremos que cambiar según la tendencia.
Vivir bien
Como decíamos antes, apostar por un diseño de interiores sostenible no solamente es bueno para el plantea, sino también para sus habitantes. Preocuparse por utilizar materiales que no contengan químicos, mantener la calidad del aire, la ventilación o mejorar la acústica pueden marcar una gran diferencia en cuanto a calidad de vida.
Los interiores sostenibles no sólo son más saludables para el medio ambiente, sino también para las personas que los habitan. Las plantas, que tan de moda se han puesto como forma de decoración, ayudan en este proceso, no solamente porque nos recolectan con el exterior, sino porque filtran el aire de forma natural.
La vegetación es tan importante para el interiorismo que hasta existe el diseño biofílico, que reconoce la necesidad de incluir elementos naturales en los interiores. El objetivo es volver a conectar al ser humano con la naturaleza y recordarle que forma parte de ella. Incluir plantas en interiores ayuda a generar un ambiente de calma y tranquilidad, por lo que no podemos ignorar su poder y la ayuda que pueden darnos.
Materiales naturales
Los materiales son una de las piezas clave en el puzzle de la sostenibilidad. Sin ellos no existiría la opción de crear espacios más respetuosos para el medio ambiente. Cuando hablamos del tema, uno de los primeros elementos que seguro nos viene a la mente es la madera, y no iríamos mal encaminados.
La madera es un recurso natural y orgánico que se puede ‘fabricar’ plantando más árboles. Es biodegradable y se puede utilizar para casi cualquier cosa. Eso sí, es necesario, si queremos que nuestra construcción sea sostenible, tener en cuenta su ciclo de producción y averiguar si procede de bosques sostenibles y a qué tipo de tratamiento ha sido sometida (preferiblemente libre de químicos).
La madera es tan popular también por su versatilidad: se puede usar al natural, con coloración real, pintada en el tono que se prefiera…
La piedra es otro de los materiales más sostenibles que existen. La variedad que podemos encontrar (mármol, cuarzo, mica…) y sus propiedades resistentes la convierten en una excelente opción para suelos y exteriores, aunque cada vez más se utiliza incluso en el mobiliario, haciendo que los muebles duren mucho más.
Sin embargo, si no quieres renunciar a otros materiales, como el metal, también dispones de opciones sostenibles. El aluminio, sin ir más lejos, es infinitamente reciclable, ligero, inoxidable y resistente. Si buscas un estilo más industrial, puedes sumar el aluminio al cemento natural, obtenido de la cocción de arcilla calcárea a altas temperaturas sin añadir ningún otro elemento. Ahí tenemos 2 materiales perfectamente sostenibles capaces de crear un interior moderno y con estilo.
Economía circular
La economía circular es la base de las nuevas tendencias sostenibles. Consiste en el uso de cualquier producto, material o recurso lo máximo posible. Esto hace que se mantenga en la cadena de la economía hasta que no se pueda usar. De esta forma se reducen al mínimo la generación de residuos y la extracción de materia prima. Se busca utilizar todo lo posible un producto y, cuando ya no haya más remedio que tirarlo, se recicle para volver a formar parte de esa economía circular de la que tanto se habla últimamente.
Como ves, el camino a un diseño de interiores sostenible pasa por una concienciación a la hora de escoger materiales, de generar espacios y de pensar en verde y con las 3R (reducir, reciclar y reutilizar) siempre en mente. En Manuel Torres Design somos conscientes de nuestra responsabilidad como estudio de diseño y por ello nos adaptamos a los nuevos tiempos.
Además de llevar a cabo tu proyecto anticipándonos a tus necesidades, ofrecemos un servicio de creación de sistemas domóticos para tu casa. Podrá ayudarte a ahorrar entre un 50 y un 70% de la energía que consumes y mejorar tu estilo de vida. Si quieres saber más sobre cómo hacer tu hogar más sostenible e inteligente o tienes cualquier otra consulta, puedes ponerte en contacto con nosotros sin ningún compromiso. Nuestro equipo estará ahí para lo que necesites.
