Algunas de las tendencias de interiorismo de este año nos acompañan con una vuelta a lo natural, a lo cálido y a lo hogareño, en consonancia con una búsqueda del exterior en el interior de nuestros hogares. Todas estas modas, aunque pueden funcionar perfectamente de forma individual, pueden encontrarse unidas en una tendencia decorativa concreta: el estilo mediterráneo.
Luminosidad, frescura y calidez son solo algunos de los puntos fuertes de esta forma de decorar, tan propia de la zona de los países que lindan con el Mediterráneo. La proximidad a su costa hace que este tipo de viviendas sean de colores claros y tiendan a abrirse al exterior gracias al buen tiempo que suele caracterizar a esta zona. Si adoras el estilo mediterráneo tanto como nosotros, sigue leyendo, porque vamos a explicarte las claves para que tu vivienda o tu espacio favorito recuerden a esas preciosas casas de la costa mediterránea, llenas de luz y vida.
Su aliado: la naturaleza
Cuando hablamos de estilo mediterráneo seguro que enseguida nos vienen a la mente las casas de color blanco y azul de Grecia. Aunque por supuesto son de este estilo costero, no son las únicas viviendas que representan esta forma de decorar, tan ligada al buen tiempo y a estar fuera todo el rato, cerca de la playa. Estas ideas van en consonancia, como hemos comentado, con las tendencias más importantes y que vienen pisando más fuerte este año, como son la luz, los colores cálidos y los materiales naturales.
Ahora que vienen las estaciones cálidas buscamos que lo natural entre y embriague nuestras casas, tan necesitadas de naturaleza. El estilo mediterráneo no es solamente una forma de decorar, sino que lo acompaña una forma de ver la vida basada en la sencillez, en el disfrutar de no hacer nada y en la frescura.
El privilegiado clima del Mediterráneo hace que la vida no se pueda concebir sin el exterior, sin terrazas o sin ventanas que dejen entrar a la naturaleza. Su decoración, por tanto, hace honor a la libertad que deriva de esta sensación de unión con lo externo. Los interiores, decorativamente hablando, suelen ceder el protagonismo a esa zona de fuera, por lo que suelen ser sencillos, de líneas limpias y puras. Los colores ayudan a iluminar todavía más y a poner de relieve el sol de la zona y lo acompañan con tonos cálidos y blancos.
El estilo mediterráneo tiene una tradición muy extensa y se ha desarrollado en cada país en el que el Mediterráneo tiene costa. Ha sido siempre motivo de inspiración de artistas, diseñadores y, por supuesto, decoradores. Si quieres hacer que tu casa consiga transmitir las sensaciones de una vivienda mediterránea, presta atención a todos los consejos que tenemos para ofrecer.
Las claves del estilo mediterráneo
Para conseguir un estilo mediterráneo debemos tener claras 3 características que lo representan: naturalidad, equilibrio y armonía. Debemos ir a la esencia de la decoración y no olvidar que la naturaleza ha sido siempre (y lo seguirá siendo) fuente de inspiración. Esta es simple, no añade nada que no haga falta. El estilo mediterráneo sigue las mismas pautas, buscando que la decoración no sea ni excesiva ni demasiado minimalista. Por eso estos espacios suelen ser muy relajantes y cómodos. Veamos cuáles son las claves que lo hacen uno de los estilos decorativos más famosos:
Luz y color blanco, inseparables
Si algo caracteriza a esta zona geográfica es la cantidad de luz que tiene al año, sumado a la propia luz que se refleja en el mar. Para potenciar todavía más esta luminosidad y aportar un toque más fresco a las estancias, ya que en verano el calor puede ser muy elevado, el blanco suele ser el color elegido para pintar las paredes y los muebles de obra.
Sin embargo, el blanco no es el único color característico de este estilo: los colores terracota y cálidos de la madera o de otros materiales naturales, como la tosca o el mimbre son constantes, ya que son elementos naturales que hacen la estancia mucho más cálida y relajante, además de armonizar perfectamente con el color blanco. Los tonos mucho más intensos no suelen formar parte de este estilo decorativo, aunque puedes arriesgarte y añadir algún pequeño toque aquí y allí. Si necesitas ayuda para conseguir un estilo concreto o plasmar alguna idea que tengas en mente, siempre puedes contar con la ayuda de un estudio de diseño.
Todo natural
Mediterráneo significa contacto con el exterior, con lo real. Por eso su decoración suele estar basada en la naturaleza y huye de ostentaciones. Debemos recordar que el estilo mediterráneo es humilde y sus viviendas se construían y decoraban con lo que podían encontrar a su alrededor. Ese ambiente natural es lo que inspira su decoración, basada en los tonos bailes de la tierra y los azules del mar. La unión del azul y el blanco es lo que más caracteriza las casas griegas mediterráneas, por ejemplo.
Muebles de obra
Puede que no sea uno de los puntos decorativos más comentados o en el que se piensa cuando hablamos de este estilo decorativo, pero es en realidad uno de los que más lo caracteriza. Este tipo de interiorismo es muy recurrente en una casa mediterránea, en la que un asiento de obra puede convertirse en una cama si se le ponen colchonetas y cojines, o se colocan baldas de obra en los baños para dejar todos los productos de higiene.
Suelos continuos
En las casas mediterráneas las ventanas y los balcones están siempre abiertos, ya que no se diferencia el interior del exterior: es un solo espacio sin principio y fin. Por ello, colocar suelos continuos suma a esa sensación de unión, ya que se hace vida dentro y fuera de forma indistinta, siguiendo el concepto in & out. Si quieres colocar el mismo suelo en toda la casa y tienes una piscina o vives cerca del mar, te recomendamos que elijas un material que pueda mojarse para que no tengas problemas posteriores de humedad.
El microcemento es un material perfecto para este propósito gracias a su acabado pulido y su sensación de continuidad. Quedará perfecto con el resto de muebles y la decoración, a la que no le robará ningún protagonismo. Puedes elegir el que imita la madera, eso sí, en un tono claro, para conseguir un acabado acogedor y muy agradable. Si quieres darle un toque extra, puedes colocar una alfombra de fibra o una estera de algodón.
Cuida el exterior
Como acabamos de decir, el exterior es una parte tan importante de la casa y de la vida diaria en el Mediterráneo como el interior. Por ello, se le procura el mismo mimo y cuidado a la hora de decorarlo. Esta norma vale para cualquier tipo de espacio (ventanas, patios, terrazas, balcones…), a los que se accede mediante cerramientos que se intentan ocultar para dar la sensación de que se habita un solo espacio.
La decoración de exterior sigue las mismas normas que la del interior: sencillez, colores cálidos y muebles simples, incluso de obra también (mesas, estantes…). No podemos olvidarnos de colocar sombrillas o toldos para crear zonas de sombra que nos protejan en los días más calurosos. Los materiales que elijas para este propósito pueden seguir la misma línea natural (cañizo, bambú, etc.).
La cocina, el centro de la casa
El Mediterráneo y la gastronomía están completamente vinculadas. No es de extrañar que la cocina sea el espacio más importante de las casas de esta zona. Además de ser el lugar donde se cocina, es el sitio en el que se hace vida, la gente se reúne y socializa. Suelen ser espacios muy abiertos, donde no hay apenas tabiques pero sí muchas baldas, estanterías y mesas para que todos los invitados puedan sentarse y estar cómodos.
Formas redondas
Un rasgo característico de la arquitectura mediterránea son los arcos y los techos redondeados. Son formas mucho más orgánicas que crean estructuras sin esquinas ni ángulos rectos. La sensación que se crea en el espacio es mucho más armónica y relajante, además de ayudar visualmente a unir interior y exterior de forma más simple.
Junto a los arcos, las paredes encaladas (por dentro y por fuera) son uno de los grandes atractivos de las construcciones mediterráneas. Estas paredes ‘imperfectas’, hechas en el pasado a base de cal, que le da ese blanco impoluto, llenas de irregularidades, le dará un encanto natural y desenfadado a tu casa. Puedes combinarlas con vigas pintadas en blanco o revestimientos alistonados.
Lo artesanal
La construcción de muebles de obra da a entender la apreciación de la cultura mediterránea por la tradición artesanal y las cosas hechas a mano. En el interiorismo siguen la misma pauta: el estilo mediterráneo utiliza piezas artesanales y muy comunes, como platos, jarrones o fuentes, para decorar. Un plato preciosamente pintado puede tener un valor incalculable para la familia a la que pertenece y por la que pasa de generación en generación.
Por eso, a la hora de decorar, se utilizan muebles grandes, que sirven para almacenar, y elementos más propios de la cocina, como los que hemos mencionado antes. Se pueden colocar en las paredes, en aparadores o en estantes.
Únete al estilo mediterráneo
¿Qué opinas ahora que sabes las claves del estilo mediterráneo? ¿Te gustaría que tu casa estuviese decorada de esta forma? Sin duda es un estilo abierto, cálido y luminoso, en el que la vida se entiende de forma calmada y cualquier momento puede convertirse en algo especial. Esta forma de decoración aprecia los pequeños detalles y esos momentos de relax en los que simplemente estar sentado en tu sofá observando cómo los rayos de sol van cambiando de posición.
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