Pese a ser un must en cualquier decoración industrial, la pared de ladrillos parece haber sobrepasado los límites de su propio estilo de interiorismo para convertirse en un complemento capaz de adaptarse a cualquier decoración. Con los colores y elementos decorativos adecuados puede encajar perfectamente y dar un estilo muy único y original al espacio.
Hay mucha gente que tiene la preocupación de que la estancia quede fría, como si fuese una fábrica, o muy poco decorada, incluso desangelada. Sin embargo, pese a que la pared de ladrillos en sí se puede considerar un elemento “no” decorativo, no significa que no le podamos añadir más cosas para unificar y hacerlo más ‘nuestro’. ¿Quieres ver todas las posibilidades que puedes crear? ¡Toma nota!
¿De dónde viene lo de la pared de ladrillos?
Esta tendencia, totalmente integrada en muchos de los estilos del diseño de interiores, tiene un origen completamente práctico y proletario. A mediados del siglo XIX y principios del XX, en ciudades como Nueva York y Londres, los edificios industriales y almacenes se construían con ladrillos para aprovechar su durabilidad y resistencia. Había un boom y se debían crear fábricas rápidamente, pero cuando esos mismos edificios pasaron a ser viviendas, durante el movimiento de renovación urbana de 1960 y 1970, las paredes de ladrillo no se ocultaron, sino que quedaron expuestas. Esta elección ‘artística’ se acabaría convirtiendo en un símbolo del estilo industrial, apreciado por su autenticidad y estética cruda.
Pero ahí no acaba su historia, ya que el movimiento modernista de principios del siglo XX también influyó en la popularidad de las paredes de ladrillo visto. Los arquitectos del movimiento valoraban la honestidad de los materiales y de la construcción, por lo que el ladrillo visto encajó perfectamente con su filosofía. Este tipo de paredes no se avergonzaban de ser como eran y mostraban la estructura del edificio de manera honesta y sin adornos.
Además de apasionar a los arquitectos de la época, la pared de ladrillos ha sabido ganarse los corazones de muchos amantes del diseño de interiores por la textura y calidez que ofrece en el espacio, asociado incluso con un estilo más rústico y rural. Su capacidad de encajar en casi cualquier estilo hace que sea una de las decisiones decorativas más elegidas, pues también aporta un sentido de historia y permanencia al espacio.
De hecho, a menudo la pared de ladrillos es una sorpresa durante la reforma de una vivienda. Cuando se descubre, en vez de cubrirlas, se dejan, para preservar la historia del edificio y agregar carácter al espacio. Su popularidad y versatilidad es tal que se ha acabado convirtiendo en un elemento de diseño atemporal y para cualquier estilo.
¿Quieres tener tu propia pared de ladrillos?
Que la moda comenzase gracias a las propias construcciones de los edificios no significa que no puedas construir tu propia pared de ladrillos en tu vivienda. Como en muchas ocasiones, la practicidad puede acabar convirtiéndose en una decoración propiamente, así que si te has enamorado de esta tendencia y quieres que alguna de tus paredes la luzca, puedes conseguirlo de varias formas:
Paneles de ladrillo sintético
Si deseas por todos los medios tener una pared de ladrillo, pero la estructura de tu casa no cuenta con una, siempre puedes recrearla con paneles de imitación hechos de materiales como PVC, poliuretano o fibra de vidrio. Su instalación es muy simple, ya que solo hace falta medir el área de la pared donde deseas instalar los paneles, escoger el modelo que más nos guste y fijar los paneles a la pared utilizando adhesivo y clavos o tornillos (para mayor seguridad). Si quieres puedes pintar los paneles para que coincidan con el color de ladrillo que prefieras.
Papel pintado o vinilo adhesivo de ladrillo
También existe esta opción, mucho más sencilla de instalar y económica. Basta con escoger el papel que más te guste, limpiar previamente la superficie donde lo vayas a pegar y aplicarlo en la pared. Recuerda comenzar siempre desde un borde y utilizar una espátula para evitar burbujas. Recorta los bordes sobrantes con un cúter para que el acabado sea mucho más limpio.
Pintura decorativa
Si eres más artsy puedes probar a crear tu propia pared de ladrillos de 0 usando una plantilla con un patrón de ladrillo. Prepara la pared primero, limpiándola y lijándola para asegurar una superficie uniforme. Coloca la plantilla de ladrillo en la pared y asegúrala con cinta adhesiva. Ahora solo quede aplicar la pintura con un rodillo o con una brocha. Puedes usar varios tonos de rojo, marrón y gris para dar un aspecto más realista.
Ladrillos de imitación
Siempre podemos fabricar una pared de ladrillos, literalmente hablando. Puedes adquirir ladrillos de imitación hechos a base de yeso, arcilla o resina. Eso sí, puede requerir un poco de trabajo extra, ya que tendrás que medir y planificar el diseño antes de empezar. Cuando lo tengas, usa un adhesivo fuerte para fijar los ladrillos a la pared. Comienza desde la parte inferior de la pared y trabaja hacia arriba, asegurando que cada fila esté nivelada. Una vez colocados, rellena las juntas con masilla o un producto similar para un acabado más realista.
Placas de revestimiento de ladrillo
La última forma que hemos pensado para que tengas tu pared de ladrillos es con placas de revestimiento. El ladrillo en este caso será más fino, pero el acabado impecable. Como siempre, comenzaremos limpiando la superficie para asegurar la adhesión y usaremos un adhesivo específico para fijar las placas. Después solo quedará rellenar las juntas con mortero para un acabado auténtico.
Cada método tiene sus ventajas y un acabado especial, así que ahora solamente queda que barajes opciones, presupuesto, tiempo y el nivel de realismo que buscas.
Ideas de decoración
Ya que hemos hablado de la increíble versatilidad de una pared de ladrillo como elemento decorativo, es momento de que demos algunas ideas para integrarla en la estancia que elijas. A menos que vayas a realizar una reforma integral, la pared tendrá que compartir espacio con una decoración preexistente. Por ello muchas veces tendremos que adaptarla un poco. Si no tienes inspiración te dejamos algunas formas de hacerlo originales y auténticas:
Usa el blanco
Puedes dejar a la vista una franja de ladrillos en la pared y combinarla con el resto pintado en blanco para darle un toque más bohemio. Si quieres que la zona tenga mucha más iluminación, elige una decoración en tonos neutros porque, además, armonizarán perfectamente con el ladrillo.
Pinta el ladrillo
Si el color original del ladrillo no te acaba o no encaja con el resto de decoración o con la idea que tenías, ¡píntalo! Seguirás teniendo la textura y esa sensación rústica, pero adaptado al estilo que mejor te representa.
Úsala de cabecero
Una de nuestras ideas favoritas es poner la pared de ladrillos detrás de la cama, como si fuese un cabecero enorme. No necesitarás decorar el dormitorio con nada más porque la pared se convertirá en el punto focal.
Usa la luz
Si quieres darle un toque extra de calidez a tu dormitorio con pared de ladrillo visto, la iluminación indirecta es la clave. Crearás un ambiente acogedor y disfrutarás de un descanso relajante.
Solo vigas y marcos
Si te gusta el efecto que crea la pared de ladrillos, pero crees que tener una entera comerá mucho espacio o dará sensación de agobio, puedes optar por destacar las vigas y el marco de la ventana. Así tendrás ese toque industrial sin exagerar. Pintarlo de blanco ayudará a mantener la armonía con el resto de la decoración.
Juega con los tonos
El ladrillo es un material natural hecho a partir de arcilla a la que se añade una pequeña cantidad de material orgánico para mejorar su durabilidad. Por eso al poner una pared de ladrillos tendrás una gran variedad de tonos y formas. Aprovéchala para crear composiciones dinámicas y visualmente ricas.
Techos altos
Si tienes una estancia con techos altos puede que hayas encontrado una de las mejores combinaciones con paredes de ladrillo, ya que se crea una atmósfera cálida, envolvente y acogedora.
Estilo vintage e industrial
Las paredes de ladrillos, de estilo industrial, pueden funcionar perfectamente con un estilo más vintage. El toque decadente y lleno de estilo se consigue combinando paredes pintadas de blanco en algunas zonas con mobiliario más antiguo. También puedes combinar el ladrillo visto con acabados desconchados y otros elementos arquitectónicos expuestos.
Puro estilo industrial
Si lo que realmente te apasiona de las paredes de ladrillo es que forman parte del estilo industrial, puedes explotar esa vena exagerando lo que caracteriza a esta tendencia. Usa un diseño interior moderno, con muebles de líneas limpias y detalles en fibra o madera que añadan un toque de calidez y, cómo no, con una pared de ladrillos perfectamente ubicada para darle ese toque magistral.
¿Te han entrado ganas de poner por fin una pared de ladrillos en tu casa? Si no sabes muy bien dónde podría quedar mejor o qué elementos añadir para crear el ambiente que buscas, es momento de que entremos en acción. En Manuel Torres Design nos hemos especializado tanto en interiorismo como en reformas integrales, entre otros ámbitos. Nuestro objetivo es ofrecer un servicio integral con la máxima calidad, maximizando los recursos disponibles y minimizando el tiempo en la ejecución de los proyectos. Si quieres que comencemos a trabajar juntos en tu casa de ensueño, solamente tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo. ¿Hablamos?
Las imágenes utilizadas en esta entrada no pertenecen a Manuel Torres Design, a menos que se indique lo contrario. Los créditos de las mismas corresponden a otras empresas, fotógrafos y profesionales. Agradecemos su contribución para inspirar nuestro contenido y reconocemos su trabajo.